Plañideras
Rotas las desafinadas liras del dolor,
mueren de pie sentadas decúbito
mueren bajo la negra sombra del parasol mueren de tu efímero tú
Es junio adentro en la habitación de su pena
fuego de lunes enfebrecidos ahí donde van
a ellas el dolor las persigue
cruel cual perra feroz
Te han robado la mirada las raíces de malva rosa
la tierra frota sus mejillas en tus lúnulas pálidas
y albatros de luz tapian las ventanas del olvido
de esta casa de relojes indolentes nada escapa
arropada por el bosque que construyen las condolencias
Morada de tu sombra
tu risa
tu titubeo
En la premura de recordarte
Te encarno involuntariamente
En el púrpura de tus plegarias
Te ruego
Si te has cansado de la muerte
vuelve
No se habla lo suficiente de la muerte
Ni en la imagen de la flor cortada
Del oscuro pasillo interminable
De la noche perpetua
Del Hades
Existe
Sería más preciso
Dejar la hoja en blanco
Cerrar el libro
No verlo
Sería preciso morirse
Para ser suficiente